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¿Qué hacer en un día de descanso activo?

Álvaro Guevara
Álvaro Guevara
2025-07-29 14:42:25
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Hacer un día de descanso activo consiste en dedicar nuestro día libre de entrenamiento a seguir en movimiento pero con actividades más livianas. Principalmente, reducir el cansancio mediante un método que ayuda a nuestro organismo a recuperarse antes. También mantendremos un ritmo constante y una presión sanguínea elevada, para no venirnos abajo y poder seguir entrenando con intensidad. Una recuperación activa entre series también nos ayudará a quemar más calorías porque activamos mucho más el metabolismo, ya que el cuerpo sigue trabajando cuando ya no estamos realizando un ejercicio intenso. Así, el descanso activo nos permitirá, a la vez que nos recuperamos, obtener otras muchas ventajas: Mantener nuestra forma física. Entrenar los músculos de una manera diferente. Aumentar el oxígeno en los músculos y aportarles nutrientes, que son esenciales para su recuperación. Mejorar la circulación sanguínea, eliminando la sensación de entumecimiento o pesadez. Reducir el estrés del entrenamiento habitual. Divertirnos, ya que realizamos deporte ‘por placer’. Evitar sobrecargas y aliviar huesos y músculos, es decir, evitar lesiones. Son muy útiles en el gimnasio las sesiones de estiramientos y relajación, con actividades como el yoga o el pilates.
Margarita Otero
Margarita Otero
2025-07-29 12:16:36
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El descanso activo consiste en la realización de actividad física de menor exigencia que la llevada a cabo normalmente, es decir, que la prevista en el plan de entrenamiento seguido para alcanzar el objetivo. Como es obvio, requiere mucho menos esfuerzo para su puesta en práctica. Por ejemplo, si corres 10 kilómetros cuatro veces a la semana a un ritmo de cinco minutos por kilómetro, en los días que no te toque realizar una sesión de estas características podrías salir a trotar cuatro o cinco kilómetros a un ritmo de seis minutos y medio o siete por kilómetro. Sin embargo, el descanso activo no tiene por qué ejecutarse mediante la misma disciplina física que se realiza normalmente. Hay otras modalidades de bajo impacto y que ayudan a relajarse sin descuidar el físico, como es el caso del yoga o el pilates. También puedes llevar a cabo otras diferentes, como es el caso de: Montar en bicicleta estática o en elíptica, que son ejercicios de bajo impacto. Practicar yoga, pilates u otras actividades de movilidad. Hacer calistenia, es decir, ejercicio con tu propio peso. También podemos citar aquí el tai chi o, incluso, el senderismo en entornos naturales poco exigentes, como son aquellos sin pendientes excesivamente pronunciadas. Incluso puedes realizar actividades acuáticas, como es el caso del aquagym. Tampoco pierdas la ocasión de disfrutar de algunas sesiones de automasaje y de realizar estiramientos con bandas de resistencia. Estos son buenos ejemplos de descanso activo, pero la realidad es que existen muchos otros que podrían ser válidos. Por ejemplo, salir a jugar con tu perro o con tus hijos o, simplemente, dar un largo paseo por un parque o por la orilla de la playa.