El coaching puede proporcionar a los profesionales el espacio y el tiempo necesarios para pararse a reconocer sus logros y celebrarlos.
Es el primer paso a la hora de iniciar un programa de coaching, ya que una evaluación de autorreflexión ayuda a tener claridad sobre los objetivos individuales y el potencial de crecimiento del coachee.
Los objetivos individuales suelen definirse utilizando el marco SMART, es decir, son metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo determinado.
Entre los elementos importantes del coaching remoto se incluyen su estructura logística, la orientación personalizada, la conexión entre coach y coachee y un enfoque centrado en el crecimiento y el desarrollo.
Una evaluación inicial también determinará el camino de la formación y se centrará en mejorar los puntos débiles y trabajar las necesidades de cada coachee.
En esta fase coach y coachee trabajan juntos para determinar los hitos, los ejercicios y las microformaciones a llevar a cabo para conseguir los propósitos.
Una buena comunicación facilita también hablar de las emociones o posibles problemas, lo que nos lleva a las otras dos soft skills relevantes: regulación emocional y resiliencia.
Como parte del marco de coaching holístico, los coachees trabajan para conseguir los propósitos mediante el descubrimiento de las fortalezas de sus coachees.
Y este proceso se lleva a cabo centrándose en mejorar los puntos fuertes ya existentes, en lugar de focalizarse en las debilidades.
El coaching basado en los puntos fuertes es un enfoque común utilizado por muchos coaches, especialmente en el entorno digital.
Desarrollar las habilidades de comunicación, la regulación emocional y la resiliencia.
Cifras de CoachHub señalan que la comunicación es la soft skill más utilizada por directivos de nivel medio y superior, por lo que, dada su importancia es fundamental hacerla llegar al resto de la plantilla para fomentar un entorno de trabajo de confianza, en el que la conversación entre líderes y empleados sea fluida.
Ambas se pueden mejorar con sesiones de microtareas como nombrar sus emociones, practicar técnicas de mindfulness o hacer pequeños descansos para desconectar.