El método comparativo consiste en establecer paralelismos con otros objetos de estudio, en su conjunto o de manera parcial, analizando semejanzas y diferencias. Comparar es fijar la atención en dos o más objetos para descubrir sus relaciones o considerar sus diferencias o sus semejanzas. En el proceso de comparar, identificar las semejanzas nos permite organizar y relacionar el nuevo concepto con conocimientos existentes, y establecer las diferencias o contrastarlas nos permite discriminar el concepto nuevo de otros similares, evitando confusiones o contaminaciones.
Ser capaz de comparar es una condición para establecer relaciones que conducen al pensamiento abstracto. La comparación se enmarca dentro del lenguaje, que es el que posibilita la comparación.
Para establecer paralelismos con otros objetos de estudio para obtener y descubrir datos concretos para comprender mejor el objeto de estudio. También nos ayuda a comprender la composición o el comportamiento de los objetos y de los procesos, y puede permitir entender la respuesta a ciertos procesos por similitud.
Comparar nos ayuda a contextualizar, a entender qué aporta el objeto al entorno y al grupo. A través de las semejanzas y diferencias con otros, entenderemos dónde lo situamos.
La comparación nos ayuda a conocer posibles sustitutos.
Definir por qué motivo y con qué finalidad queremos hacer comparaciones del tema de estudio con otros temas.
A partir de la definición del tema de estudio, identificar los otros temas con los que se pueda comparar, sean más cercanos o más lejanos.
Identificar elementos dentro del tema que se puedan comparar con otros, e identificar elementos dentro de otros temas diferentes, sean más cercanos o más lejanos, con los que se puedan comparar, sean comparaciones entre iguales o parecidos, o muy diferentes.
Identificar, en el léxico o diccionario creado con el método léxico, qué posibles comparaciones puede generar.
Identificar, en los criterios de clasificación definidos con el método clasificatorio, qué posibles comparaciones puede generar.
Para cada comparación, decidir qué tipos de comparaciones se harán: buscar semejanzas, buscar diferencias, o ambas cosas.
Para cada comparación, definir los criterios, los parámetros, según los cuales se hará la comparación.
Una vez definidos los parámetros, para cada uno de los elementos a comparar, recopilar la información relativa a los parámetros.
Finalmente, contrastar la información relativa a los parámetros de los diferentes elementos y formular las conclusiones.