Ya sean dificultades en la falta de accesibilidad del entorno, la falta de tecnología para acceder a ciertos servicios, actitudes negativas de otras personas, políticas que no tienen en cuenta sus necesidades.
Barreras de actitud son los estereotipos, o los prejuicios y la discriminación.
Barreras de comunicación son las dificultades que sufren las personas que tienen discapacidades relacionadas con la audición, la lectura, la escritura o el entendimiento y que, por lo tanto, usan formas distintas de comunicarse.
Algunas de estas barreras son: uso de letra demasiado pequeña en mensajes públicos, no disponer de Braille, vídeos sin subtítulos, falta de lenguaje de signos en la comunicación de ciertos mensajes, uso de frases o palabras muy largas.
Barreras físicas son obstáculos estructurales en el entorno, que impiden una movilidad normal de las personas con discapacidad.
Por ejemplo, escalones o curvas que impidan el paso, equipos médicos que posibiliten a las personas realizarse ciertas pruebas sin estar de pie.
Barreras políticas normalmente ligadas a la falta de concienciación, no cumplir las leyes para hacer que cada lugar sea accesible para todas las personas, negar a las personas con discapacidad la oportunidad de participar o beneficiarse de ciertos servicios, negarles el derecho al empleo.
Barreras programáticas son barreras en la programación de ciertos servicios, como el servicio de salud pública o atención médica, horarios inconvenientes, falta de equipo accesible, tiempo insuficiente para el diagnóstico, falta de comunicación con los pacientes.
Barreras sociales son las condiciones en que las personas con discapacidad nacen, crecen, viven, se relacionan, de estas barreras se obtienen datos como que las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de conseguir un empleo, tienen mayor porcentaje de abandono escolar, tienen mayores posibilidades de vivir en la pobreza que las personas sin discapacidad.