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¿Por qué soy tan autoexigente?

Miguel Santillán
Miguel Santillán
2025-07-27 07:45:14
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La autoexigencia surge de la combinación de las presiones externas junto con el miedo hacia lo incontrolable. Las normas que vamos aprendiendo a lo largo de nuestras vidas se pueden traducir, o no, en presiones. La vida es incierta, impermanente, y cambia constantemente. La autoexigencia justamente tiene que ver con el miedo a la incertidumbre, porque una forma de intentar tapar este miedo es asumir metas difíciles de alcanzar, con el fin “falso” o casi imposible de querer controlar la situación. La autoexigencia tiene mucho que ver con una mente sobresaturada y con mucha dificultad para reconocer y expresar nuestra vulnerabilidad que es inherente al ser humano. Esto se siente como una norma rígida de la que uno no puede salirse ni lo más mínimo, “no se puede fallar”, es muy impositiva. Se diferencia de los valores en que estos son flexibles, elegidos libremente y más basados en la compasión. Las normas que vamos aprendiendo a lo largo de nuestras vidas se pueden traducir, o no, en presiones. Todo depende de cómo uno interiorice los mensajes que se le presenten desde las diferentes fuentes externas.
María Dolores Garrido
María Dolores Garrido
2025-07-27 06:25:37
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Una elevada autoexigencia puede tener muchos motivos e historias de vida detrás. Muchas veces, cuando empezamos a atender con más detalle a esta voz autoexigente nos damos cuenta de que nos recuerda a ciertas personas o momentos de nuestra vida. Esto es lo que en psicología se conoce como introyección y lo que ocurre es que incorporamos o hacemos nuestras las creencias o pensamientos de personas significativas. Por ejemplo, puedo sentir que soy un fracaso porque mi padre me lo decía siempre. También ocurre a menudo que la autoexigencia es una forma de autoprotección. Es decir, puedo decirme a mí mismo que no sea débil o que no muestre fragilidad porque entonces alguien podría hacerme daño. Es un intento de que no me hieran aunque en realidad estoy consiguiendo herirme a mi mismo al no permitirme ser vulnerable. La autoexigencia guarda mucha relación con la autoestima, ya que en la medida en que yo me autoexijo demasiado o de una forma agresiva me estoy maltratando y eso no es quererse a uno mismo. A la inversa, muchas veces no conseguimos sentir amor hacia nosotros mismos y entonces intentamos cambiarnos y ser de otra manera poniéndonos objetivos poco realistas.