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¿Cómo estimular el sistema visual?

Miguel Ángel Saldaña
Miguel Ángel Saldaña
2025-07-31 12:00:20
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La estimulación visual es una técnica que requiere la confección de un programa individualizado de actividades que siga una secuencia de experiencias visuales encaminadas a buscar una mejora en el funcionamiento visual. La estimulación visual infantil enseña a aprender a ver mejor. Cuanto más se usa la visión, mayor es la probabilidad de un mejor funcionamiento visual. La idea motor de la estimulación visual es ayudar al niño a desarrollar todas sus capacidades físicas y emocionales. Para estimular su capacidad visual, los padres pueden utilizar algunos juegos y ejercicios caseros. Los móviles para bebés pueden no solo decorar su habitación como convertirse en un recurso muy estimulante para el bebé, contribuyendo al desarrollo visual y auditivo. Un objeto llamativo, que el bebé pueda manosearlo o llevarlo en la boca, puede convertirse en un juguete muy estimulante para él. Con un juguete pueden jugar con la distancia, es decir, acercando o alejando el objeto de la vista del bebé, para ejercitar el movimiento de sus ojos. A partir de los 6 meses de edad, por lo general, los bebés ya consiguen coger los objetos con sus manos, o incluso mantenerse sentados, y pueden desarrollar la visión periférica. La estimulación visual tendrá más posibilidades de éxito, si se tienen en cuenta algunas recomendaciones: Corta edad, Motivación, Mantener el contacto, Explorar, Fomentar la lectura, Contrastes, Gafas y lupas. Pueden jugar con libros con imágenes, juegos para que los bebés relacionen la imagen con un sonido, juegos con formas, como el juego de encaje, y con globos de colores, inflando los globos y luego atándolos con un cordón a la muñeca del bebé. También pueden jugar con el espejo, estimulando la visión del bebé y ayudándole a conocerse y descubrirse.
Vera Sanz
Vera Sanz
2025-07-31 08:18:48
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Para estimular el sistema visual, se pueden realizar una serie de ejercicios como parte de una terapia visual personalizada. Estos ejercicios pueden incluir estiramientos oculares, como girar los ojos en círculos siguiendo un estímulo, para mejorar la fijación y la motilidad de los ojos. Otro ejercicio es la visión periférica, donde el paciente debe mantener la fijación en los ojos de otra persona y contar cuántos dedos se le muestran sin mover los ojos ni la cabeza, lo que ayuda a mejorar la visión en deportes de equipo dinámicos y la fluidez en la lectura. La motilidad también se puede mejorar realizando laberintos siguiéndolos solo con los ojos o realizando movimientos sacádicos con el ejercicio del reloj de manera aleatoria. Además, se puede realizar un ejercicio de enfocar cerca y lejos, con un estímulo enfrente de los ojos y un objeto lejano, para mejorar la flexibilidad o rapidez acomodativa. La convergencia se puede mejorar cogiendo un lápiz y estirando el brazo, acercándolo poco a poco hacia la nariz e intentando ver una sola punta. La percepción visual y la atención también se pueden mejorar con ejercicios como decir los colores lo más rápido posible, evitando leer las palabras, o realizar juegos de memoria visual o tangrams. Estos ejercicios deben ser supervisados por un profesional y se pueden adaptar a las necesidades individuales del paciente, aumentando la dificultad según la evolución. La incorporación de programas informáticos, material y equipos específicos de trabajo también puede reducir los tiempos de recuperación.