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¿Cómo trabajar la estimulación visual?

Nuria Delvalle
Nuria Delvalle
2025-07-26 19:59:41
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La estimulación visual es una técnica que requiere la confección de un programa individualizado de actividades que siga una secuencia de experiencias visuales encaminadas a buscar una mejora en el funcionamiento visual. La idea motor de la estimulación visual es aprender a ver, ya que la visión no se gasta ni se ahorra. Cuanto más se usa la visión, mayor es la probabilidad de un mejor funcionamiento visual. Para estimular su capacidad visual, los padres pueden utilizar algunos juegos y ejercicios caseros como los móviles para bebés, los juguetes, los libros con imágenes, jugar con las formas, los globos de colores y jugar con el espejo. La estimulación visual tendrá más posibilidades de éxito, si se tienen en cuenta recomendaciones como la corta edad, la motivación, mantener el contacto, explorar, fomentar la lectura y contraste. Los padres pueden jugar con la distancia, es decir, acercando o alejando el objeto de la vista del bebé, para ejercitar el movimiento de sus ojos, como también con la diferencia de la textura y los colores. Es interesante observar cómo el bebé consigue identificar las diferencias entre pelotas de colores. A partir de los 6 meses de edad, por lo general, los bebés ya consiguen coger los objetos con sus manos, o incluso mantenerse sentados, y están listos para desarrollar la visión periférica. En los libros, en internet, fichas, etc., se pueden encontrar juegos para que los bebés relacionen la imagen con un sonido. Inflar globos y luego atarlos con un cordón a la muñeca del bebé puede ser un juego muy estimulante y divertido para él. El bebé aprenderá que al mover sus manos, podrá mover también los globos. Jugar con el espejo no solo estimula la visión del bebé, sino que también le hará conocerse y descubrirse. Poco a poco, notará su reflejo en el espejo.
Pau Galindo
Pau Galindo
2025-07-26 19:34:59
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Utilizar formas en movimiento como, por ejemplo, juguetes. Tarjetas en blanco y negro. Estimulación con juguetes brillantes y sonoros. Linterna puntual para seguimientos. Dejar al niño explorar con sus manos. Proporcionar estímulos de diferentes tamaños, texturas, pesos y formas. Jugar a palmear las manos contra las suyas. Tumbarle en el suelo, en un sitio seguro y amplio, donde tenga muchos estímulos visuales que llamen su atención y le haga moverse voluntariamente. Colocar objetos en el suelo a unos cinco centímetros de su brazo extendido para que quiera avanzar y cogerlos. Estando en el suelo, colocar un objeto llamativo frente a sus ojos, deslazárselo hacia un lado mientras el niño lo ve. Continuar moviendo el objeto hasta que el niño logre voltearse y quede boca arriba. Darle objetos cuando esté tumbado boca-arriba.