Debes actuar siguiendo el protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer). Aparca tu coche en un lugar seguro, en el arcén y lo más retirado posible de la zona. No olvides apagar el motor, encender las luces de emergencia, ponerte el chaleco reflectante antes de salir del coche y colocar los triángulos para que el resto de conductores puedan percatarse de lo ocurrido y evitar que se produzcan nuevas colisiones. Acércate al coche o coches siniestrados para comprobar el estado de las víctimas. En ningún caso se puede mover a los heridos, excepto cuando exista riesgo de incendio, ni retirar el casco cuando se trata de motoristas, así como tampoco ofrecerles agua, comida o medicamentos. Lo más recomendable es permanecer a su lado para transmitirles tranquilidad si se encuentran conscientes o para comprobar su progreso cuando el impacto haya sido demasiado grave. Llamar a los servicios de emergencia (teléfono 112) facilitando toda la información necesaria: carretera, punto kilométrico, número y gravedad de los heridos, cuántos coches se han visto implicados, posibilidades de que la situación se complique, etc. Mientras llega el personal especializado, podemos auxiliar a las víctimas, aunque si no contamos con los conocimientos precisos, es preferible mantenerse únicamente a su lado. Lo más importante es conseguir que los heridos se mantengan conscientes en todo momento y en el caso de que tengan lesiones que sangren abundantemente, es aconsejable presionar sobre la herida con un trapo limpio o gasa e ir colocando otros encima a medida que se vayan empapando. Es preferible que los heridos no caminen de un lado para otro, sino que se mantengan relajados en una posición que les resulte cómoda hasta que acudan los servicios de emergencias.