Proteger: asegurar la seguridad de todos Lo primero es proteger a todos los implicados, incluyéndote a ti mismo. Evalúa el riesgo: Antes de acercarte al lugar del accidente, asegúrate de que no haya peligros inminentes como fuego, cables eléctricos sueltos, o tráfico continuo que pueda causar otro accidente.
Llama al 112: Comunícate con los servicios de emergencia tan pronto como sea posible. Proporciona la ubicación exacta del accidente, el número de vehículos involucrados, y el estado general de los heridos.
Actuar con cuidado. Evalúa la situación del herido: Si no tienes formación médica, no intentes mover al herido a menos que haya riesgo inminente de más daños, como en caso de incendio o peligro de atropello.
Evitar dar de beber a una persona inconsciente: Esto podría causar asfixia si no está en posición adecuada para tragar.
No abandonar al accidentado: La presencia continua y tranquilizadora puede ser reconfortante para la víctima y es crucial hasta que llegue la ayuda profesional.
Mantén la calma, aplica los principios del sistema PAS y actúa con empatía y precaución.