El mal de altura, o enfermedad aguda de montaña, es un conjunto de síntomas que pueden ocurrir cuando las personas viajan a una elevación más alta. Sucede cuando no se puede obtener suficiente oxígeno del aire a gran altura. El cuerpo trata de compensar la disminución de oxígeno y hay muchos sistemas corporales que necesitan involucrarse. Las personas con mayor riesgo de mal de altura son las personas que han padecido la enfermedad antes, o aquellas que no están acostumbradas a grandes altitudes y pasan rápidamente de altitudes bajas a 8,000 pies o más. Los síntomas del mal de altura pueden afectar los pulmones, el sistema nervioso, los músculos y el corazón y pueden causar síntomas como dolor de cabeza, pérdida de apetito, náuseas o vómitos, debilidad y fatiga. Los síntomas más graves incluyen cianosis, opresión en el pecho, tos con sangre, confusión, disminución de la conciencia y ataxia. Hay pasos a seguir que puede tomar para ayudar a prevenirlo, como no viajar a altitudes mayores de 8,000 pies a la vez, pasar una noche a una altura media y ascender lentamente. Evitar las comidas copiosas o el alcohol y limitar la actividad intensa inmediatamente después de la llegada también pueden ayudar. El aumento de la ingesta de carbohidratos puede ayudar, mientras que las comidas ricas en grasas y los sedantes pueden empeorar los síntomas. Su médico puede recetarle medicamentos como Diamox o dexametasona para prevenir o tratar el mal de altura.