El entrenamiento de altura, tradicionalmente conocido como acondicionamiento en altitud, es la práctica efectuada por algunos atletas de resistencia durante varias semanas a gran altitud.
En altitudes intermedias, el aire todavía contiene aproximadamente 20.9 % de oxígeno, pero la presión barométrica disminuye y por lo tanto la presión parcial de oxígeno se reduce.
Dependiendo en gran medida de los protocolos utilizados, el cuerpo puede adaptarse a la relativa falta de oxígeno en una o más formas, tales como el aumento de la masa de glóbulos rojos y hemoglobina, o alterar el metabolismo muscular.
Los defensores de esta práctica afirman que cuando los atletas viajan a las competiciones en altitudes más bajas mantienen una mayor concentración de glóbulos rojos por 10-14 días, y esto les da una ventaja competitiva.
Algunos atletas viven permanentemente en la altura, volviendo al nivel del mar solo para competir, pero su formación puede sufrir debido a la menor cantidad de oxígeno disponible para los entrenamientos.
El entrenamiento en altura se puede simular mediante el uso de una tienda de simulación de altitud, sala de simulación de altitud, o el sistema de máscara basado en hypoxicator en donde la presión barométrica se mantiene igual, pero el contenido de oxígeno se disminuye, reduciendo la presión parcial de oxígeno.
En altitudes superiores a 2500 metros sobre el nivel del mar, el cuerpo se adapta a la falta de oxígeno de manera más intensa, lo que puede llevar a un aumento en la producción de eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos.
Este aumento en la producción de glóbulos rojos puede mejorar el rendimiento deportivo, ya que los glóbulos rojos transportan oxígeno a los músculos, lo que es esencial para la generación de energía durante el ejercicio.
Sin embargo, el entrenamiento en altura también puede tener efectos negativos, como la fatiga, la pérdida de apetito y la disminución de la fuerza muscular, por lo que es importante realizar un seguimiento cuidadoso del entrenamiento y la recuperación.
Además, es fundamental tener en cuenta que el entrenamiento en altura no es adecuado para todos los atletas, ya que algunas personas pueden ser más sensibles a los efectos de la altitud que otras.