Un día de recuperación activa comprende una serie de medidas que aceleran el proceso para poder retomar el entrenamiento lo antes posible y que tu resistencia sea cada vez mayor. Las técnicas que podemos utilizar para mejorar esta recuperación activa son las siguientes: 1.- Estiramientos, los estiramientos son muy útiles porque te ayudan a descomprimir los músculos, los tendones y las articulaciones. 2.- Inactividad progresiva, consiste en desacelerar gradualmente el entrenamiento en los últimos minutos, para volver, poco a poco, a la calma. 3.- Método de Kneipp, las duchas de agua caliente y fría mejoran las condiciones inmediatamente posteriores al entrenamiento, se recomienda alternar las temperaturas en lapsos de 40 segundos unas 5 a 8 veces. 4.- Alimentación, tras entrenar nuestras reservas de glucógeno se habrán visto disminuidas, para mejorar y optimizar la alimentación deberemos rellenar estas reservas, así como aportar los sustratos básicos para la regeneración muscular. 5.- Hidratarte, durante y después de una actividad física intensa, el organismo precisa reponer los líquidos que se pierden a través de la respiración y al sudar. 6.- Dormir lo suficiente, el descanso nocturno es esencial para construir masa muscular y para el restablecimiento de la normalidad en los procesos fisiológicos. 7.- Métodos complementarios, como sauna, ropa adecuada para entrenar.