Pero quizás quieras considerar un enfoque más activo para tu recuperación. Mientras que la recuperación pasiva puede ser muy satisfactoria, apostar por una actividad suave puede ayudarte a favorecer tu recuperación, y también a sentirte mejor a nivel corporal y mentalmente – y menos dolorido-. Te recomendamos cuatro ejercicios de recuperación activa para elegir el día después en que lo has dado todo. Utiliza el foam roller como mínimo 8-10 minutos y seguido de rotaciones lentas e intencionadas conjuntas, empezando por el tobillo hasta mover todo el cuerpo. Trabaja tus tobillos, caderas y hombros, y luego pasa a una series de movimientos locomotores. Los favoritos son abrazar las rodillas y acercarlas a las piernas, estiramientos dinámicos talón-glúteos y estiramientos laterales cruzados de cadera. Acaba con 20 a 30 minutos de caminata suave si te ves con ganas. Móntate en una bicicleta estática, una elíptica, o de remo durante 30-45 minutos. Asegúrate de que mantienes una frecuencia cardíaca suficientemente baja. Tu ratio de esfuerzo debería estar alrededor de 4 en una escala del 1 al 10. Los días de cardio y recuperación no deben ser necesariamente en una máquina. Mezcla ejercicios y experimenta diferentes movimientos a través de ejercicios de peso corporal. Un calentamiento que incluya 8-10 minutos de foam rolling, ejercicios de glúteos, mobilidad tronco inferior y flexión de caderas. Repite el siguiente ejercicio durante 30-45 minutos, manteniendo tu frecuencia cardíaca por debajo del 70% de tu frecuencia cardíaca máxima en todo momento. Un enfriamiento que incluya postura de paloma, de perro mirando hacia abajo y postura del niño.