Las cadencias son elementos esenciales en la estructura y el flujo de la música, actuando como puntos de descanso y resolución en una pieza musical. Desde la contundente cadencia perfecta hasta la inesperada cadencia rota, cada tipo de cadencia ofrece un efecto único que los estudiantes de armonía deben dominar para enriquecer sus habilidades compositivas y de análisis musical.
Cadencia perfecta (auténtica): Es la cadencia más concluyente y fuerte, que se produce cuando se pasa del acorde de dominante (V) al acorde de tónica (I).
Cadencia imperfecta: Similar a la cadencia perfecta, pero menos concluyente debido a que alguno de los acordes no está en su posición fundamental o la nota tónica no está en la voz superior.
Cadencia plagal: Se produce cuando se pasa del acorde de subdominante (IV) al acorde de tónica (I), conocida también como la «cadencia del amén».
Cadencia rota (evitada o de engaño): Se espera una cadencia perfecta (V-I), pero el acorde de dominante (V) va a otro acorde, comúnmente el acorde de submediante (VI).
Cadencia frigia: Característica del modo frigio, es un tipo de semicadencia con movimiento descendente del semitono.
Semicadencia: Una cadencia que termina en un acorde de dominante (V), creando una pausa o sensación de espera.
Cadencia picarda: Consiste en finalizar una pieza en modo menor con un acorde mayor de tónica en lugar del esperado menor.
Cadencia interrumpida: Similar a la cadencia rota, se espera una cadencia perfecta pero el acorde de dominante (V) resuelve en otro acorde, frecuentemente el acorde de subdominante (IV).
A través de estos cursos, los estudiantes pueden explorar y practicar las cadencias perfecta, imperfecta, plagal, rota, frigia, semicadencia, picarda e interrumpida, adquiriendo una base sólida en la teoría musical que enriquecerá su capacidad creativa y compositiva.