La contextualización es el acto mediante el cual se toman en análisis las circunstancias de una situación, un evento o un hecho, ya sea este público o privado. Entiende un conjunto de aspectos relacionadas entre sí. En este sentido, para entender un fenómeno aislado es necesario explicarlo dentro de una esfera más global. Comprende todo aquello que rodea a un hecho, el espacio y el tiempo en el cual ese hecho, evento, situación suceden. Así, hablamos del contexto de la Revolución Francesa como un espacio y un tiempo muy conflictivos en los cuales las protestas sociales por diversas razones iban en mayor aumento. También podemos hablar del contexto en el que se da una charla, o por ejemplo una entrevista. Ese sería el momento de la vida de las personas que forman parte de esa conversación, así como también el lugar y todo lo que la combinación de esas dos cuestiones pueda agregar a esa instancia: si dos personas charlan en el medio de la calle no será lo mismo que si el contexto es uno mucho más formal determinado por el ambiente laboral, por ejemplo.
Si estudiamos un acontecimiento del pasado, podemos hacerlo desde varias perspectivas posibles. De manera simplificada, podríamos decir que caben dos opciones: comprendiendo el contexto en el que se produjeron los hechos o descontextualizando los hechos. Imaginemos que estudiamos los sacrificios humanos de los aztecas. Si los descontextualizamos, podremos decir que los aztecas eran unos asesinos que ejecutaban sin piedad a sus víctimas. Sin embargo, si queremos comprender realmente este fenómeno, tendremos que contextualizarlo. En consecuencia, los aztecas adoraban al Sol como divinidad suprema.
La identidad personal y la contextualización. Para comprender a una persona es necesario analizar todo aquello que le rodea, es decir, su contexto social. En consecuencia, podremos saber cómo es alguien si conocemos la realidad de su país, su nivel cultural, sus lazos familiares y afectivos, su clase social y el momento histórico en el que vive. La contextualización no es sólo importante en la ciencia histórica o en las ciencias sociales si no que por el contrario también es útil en las ciencias duras o naturales. Esto tiene que ver con el hecho de que el crecimiento o desarrollo de la materia no será igual si cambia el contexto en el que se dé, por ejemplo no es igual la respuesta de un elemento líquido ante diferentes temperaturas o condiciones ambientales.