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¿Cuáles son las cuatro reglas de la improvisación?

Fernando Jaime
Fernando Jaime
2025-07-31 16:33:08
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La primera regla de oro de la improvisación es “Sí, y qué más”. Por ejemplo, si empiezo yo y digo “Qué bonito el retrato de mi abuelo, pero qué lástima que se haya descolgado”, y la persona que tengo enfrente me dice: “Pero ¿qué retrato, si estamos en el parque de atracciones?”… La historia ya no tendría sentido porque mi interlocutor acaba de negarme, ¿verdad? Y eso es algo que no puede pasar, porque cuando te niegan, la comunicación se corta. Es lo que en improvisación llamamos –y que no se me ofenda nadie– un “sí, a huevo”, es decir, “sí, o sí”, o “sí y qué más”. La segunda regla de oro de la improvisación teatral es la escucha activa. Recuerda que no escuchamos solo con los oídos, también lo hacemos con los ojos. Hay que mirar lo que hace la persona que está en la escena contigo para poder seguir el juego. Y, finalmente, la tercera regla de oro de la improvisación que nos conviene adoptar es la coherencia. No puede ser que si estoy en una escena en la que hace un momento hacía como que conducía, me salga del coche sin haber frenado, sin parar ni abrir la puerta… Si queremos recrear una historia, tenemos que tomarnos un momento para desabrochar el cinturón, parar el contacto del motor, abrir la puerta y sacar una pierna detrás de la otra.
Celia Delacrúz
Celia Delacrúz
2025-07-31 14:03:31
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Hay dos reglas básicas que cualquier improvisador aprende en sus primeros días de práctica: escuchar de forma activa al compañero y la que sin duda es mi favorita, el “sí y además”. La escucha activa al compañero supone que yo tengo que estar pendiente de todo lo que mi compañero dice y propone y, por extensión, no debo negar nunca nada de lo que él ha propuesto. Sí y además es una regla muy sencilla que obliga a cualquier improvisador que esté en escena a aceptar cualquier propuesta del compañero y, partiendo de ella, añadir otra propuesta que la mejore. Puede parecer remoto pero la realidad es que muchas reuniones se enquistan por incumplir estas reglas. En primer lugar, todos tenemos una tendencia enorme a no prestar toda la atención que debemos a nuestro interlocutor. La bidireccionalidad exige escucha. Nuestra segunda ley básica es sí y además. Todos vamos a muchas reuniones con el “no” por delante. Yo he escuchado propuestas verdaderamente atroces, propuestas terroríficas, que me han llevado a querer decir “no” de manera tajante e inmediata. ¿Pero, y si en lugar de plantarme acepto la propuesta para mejorarla de alguna manera que la haga menos atroz? Puedo negarme o puedo plantear que sí, que efectivamente la legislación es muy importante y que, por eso, me parece mejor aún que el personaje invite a descargarse la legislación al final del vídeo.