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¿Por qué no puedo actuar bajo presión?

Verónica Galván
Verónica Galván
2025-07-27 04:47:42
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Cuando se tienen mucha presión, ¿por qué fallamos a veces al intentar estar a la altura de nuestro potencial. Cuando estamos preocupados por hacer el mejor rendimiento, a menudo intentamos y controlamos aspectos de lo que estamos haciendo que serían mejor dejar en piloto automático, fuera de la conciencia.
Candela Negrete
Candela Negrete
2025-07-27 00:42:21
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Si trabajar bajo presión supone para ti un aumento del cansancio, del estrés con la aparición de síntomas como el síndrome de ‘burnout’, o una disminución del rendimiento, entonces se trata de una práctica muy poco saludable. La capacidad de desarrollar determinadas tareas profesionales bajo condiciones adversas tanto de tiempo como de sobrecarga, manteniendo un ritmo de eficiencia y eficacia, es lo que se conoce como trabajar bajo presión. Para que un trabajador aguante el ritmo en un mercado laboral cada vez más competitivo en el que el tiempo y la carga de tareas son determinantes, es necesario que posea habilidades como la capacidad de planificación, organización y priorización. Sin embargo, si trabajar bajo presión supone para ti un aumento del cansancio, del estrés con la aparición de síntomas como el síndrome de ‘burnout’, o una disminución del rendimiento, entonces se trata de una práctica muy poco saludable. Trabajar bajo presión no puede ser nunca sinónimo de estrés laboral, porque entonces más que un beneficio puede convertirse en un problema sobre el que sería necesario actuar.
Martina Palacios
Martina Palacios
2025-07-26 23:52:57
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Trabajar bajo presión no solo requiere habilidades técnicas, sino también un conjunto de estrategias para aprender a manejar el estrés y mantener la productividad sin comprometer la calidad del trabajo. Un buen truco es hacer una lista de tareas pendientes y clasificarlas por importancia y urgencia. Herramientas como matrices de priorización pueden ayudarte a visualizar lo que debe hacerse de inmediato y lo que puede esperar. Al tener claro tu plan de acción, el estrés se reduce y puedes avanzar de manera más eficiente, evitando trabajar bajo presión. Cuando el trabajo se acumula, es fácil que cualquier persona se sienta abrumada. En lugar de abordar una gran tarea de una sola vez, dividirla en partes más pequeñas y manejables te ayudará a desenvolverte mejor. Tomarse un momento para respirar profundo puede tener un impacto significativo en tu capacidad para gestionar la presión. Técnicas de respiración consciente y meditación rápida pueden ayudarte a reducir la ansiedad en momentos de mucho estrés, permitiéndote enfocarte mejor en la tarea en cuestión. Uno de los principales errores cuando se trabaja bajo presión es no comunicarse adecuadamente con compañeros, compañeras o responsables. Si sientes que el tiempo o los recursos no son suficientes, es importante hablar con franqueza y buscar ayuda o realizar ajustes cuando sea necesario. Un equipo que trabaja bien en conjunto puede aliviar mucho la presión. Es fácil caer en la tentación de trabajar sin parar cuando hay prisa, pero hacer pequeñas pausas te ayuda a mantener la concentración y la energía. Un descanso rápido de cinco a diez minutos puede hacer una gran diferencia en tu productividad y en tu capacidad para enfrentar el estrés. Tu actitud ante trabajar bajo presión puede influir mucho en cómo la manejas. En lugar de ver una situación estresante como un obstáculo, míralo como una oportunidad para aprender y crecer. Un enfoque positivo puede aumentar tu resiliencia y ayudarte a superar los momentos más difíciles a ti y a tu entorno. Cada situación de presión que enfrentas es una oportunidad de aprendizaje. Reflexiona sobre lo que funcionó y lo que no, y utiliza esa experiencia para mejorar tu rendimiento la próxima vez que te encuentres en una situación similar. Con el tiempo, desarrollarás una mayor confianza en tu capacidad para manejar el estrés.