El agua es parte indispensable de nuestro cuerpo porque participa en múltiples funciones y reacciones orgánicas. Aunque, el agua es la bebida de referencia para hidratarnos, existen otras bebidas que podemos alternar en nuestro día a día y que también ejercen una función hidratante por su contenido en electrolitos como el potasio, magnesio, azúcar y vitaminas. La leche desnatada cumple estas características y nos aporta azúcares en forma de lactosa, proteínas lácteas y algunos ácidos grasos saturados que ayudan a retrasar el vaciado de líquido del estómago y a mantener una hidratación más prolongada. El estudio analizó otras bebidas según su índice de hidratación, obteniendo la siguiente clasificación, de mayor a menor hidratación: Leche desnatada, soluciones específicas de rehidratación oral, leche entera, zumo de naranja, refrescos de cola, té, bebidas isotónicas, agua natural, agua con gas. Según el tipo de deshidratación que estemos sufriendo, como pérdida de agua y/o de electrolitos, se pueden utilizar otro tipo de bebidas distintas al agua. La bebida hipertónica se produce cuando la pérdida de agua es mayor que de electrolitos, la bebida isotónica se produce cuando la pérdida de agua y electrolitos es similar, y la bebida hipotónica se produce cuando la pérdida de electrolitos es mayor que la de agua. El agua mineral es la bebida de referencia para hidratarnos tanto en nuestro día a día como en la práctica deportiva. Podemos alternar el consumo de agua con otras bebidas hidratantes. Las bebidas con un poco de azúcar, grasas o proteína nos pueden ayudar a mantenernos hidratados durante más tiempo.