Estas semanas previas son aquellas en las que se debe bajar la carga, reducir la cantidad de kilómetros y preparar al cuerpo para ese perfecto equilibrio entre estar bien entrenado y a la vez descansado. Cuando faltan dos o tres semanas para una carrera y hemos hecho todo, es hora dirigirse a la etapa final, que resulta en muchos aspectos más sencilla, pero a la vez requiere mucha atención y cuidados. El cuerpo deberá asimilar en esas últimas semanas, más específicamente en las últimas dos, todo aquello para lo que se ha preparado. No se trata de detener el trabajo, sino de reducirlo, dejando unos pocos entrenamientos intensos, pero con un promedio de kilómetros menor.
Incluso, dependiendo de cómo se llegue, se puede sumar algún día de descanso más. A veces, menos es más, en particular cuando en el punto más alto de la preparación nos encontramos con algunas molestias inesperadas. No es conveniente entrenar al máximo hasta el día previo a la competencia. Dos semanas antes de una carrera ya no queda tiempo para mejorar, pero sí para empeorar. Para lo que sí queda tiempo es para optimizar, para dejar el cuerpo entrenado en el más perfecto estado de descanso. También la mente debe prepararse en esas dos semanas. Mantener la concentración, fijar los objetivos y no descuidarse aún en esos días de alivio. Algunos descansan más o otros descansan menos, los detalles finales dependen de cada plan de entrenamiento y cada atleta, pero todos practicamos el tapering o la descarga, en esas dos semanas también se debe cuidar aún más la dieta y las horas de sueño. Una semana previa a la carrera ya no se deben correr más de 12 km diarios o una hora. La idea es que uno llegue lo más liviano posible. El cuerpo acostumbrado a una carga mucho mayor, va a agradecer esa descarga, va a sentirse a gusto con esa bajada de intensidad y de cantidad. Ese alivio se sentirá en esos últimos entrenamientos en los cuales hay que estar atentos a no cometer errores. Así que la descarga es muy importante, lo que no hicimos en el entrenamiento previo, no lo vamos a hacer en las últimas dos semanas. Planificar el tapering es fundamental para llegar descansado y en el mejor estado físico a la competencia. No hay nada mejor que llegar perfectamente entrenado y descansado a la línea de largada.