La técnica del volcán es una herramienta muy útil a la hora de trabajar el autocontrol en los niños, especialmente gracias a su sencillez.
Los niños y las niñas, incluso los/as más pequeños/as, entienden el símil entre la erupción de un volcán y la ira descontrolada que a veces experimentan.
Esta técnica se puede poner en práctica tanto en casa como en la escuela.
Se trata de dos entornos en los que los peques interactúan con otras personas y se enfrentan a situaciones en las que no saben cómo reaccionar, pudiendo llegar a perder el control, expresando su frustración, ansiedad o enfado de forma alterada.
La técnica del volcán consiste en hacer tomar conciencia al niño o la niña sobre cómo se produce un enfado y cómo puede evitar perder el control.
La clave del autocontrol está en reconocer ese temblor previo.
El objetivo es no entrar en erupción.
La mejor forma de evitar que la lava siga subiendo es contar poco a poco hasta diez y controlar la respiración, con inhalaciones y exhalaciones profundas.
Los niños y las niñas necesitan saber que es normal enfadarse en ciertas ocasiones, pero resulta fundamental que eso no genere comportamientos inapropiados.
La importancia de educar a los peques en inteligencia emocional reside tanto en entender y saber tratar a los demás como a uno mismo.
Para practicar, podemos inventarnos situaciones que puedan alterar al niño o la niña o incluso inspirarse en los cuentos.
Los libros personalizados son ideales para este tipo de actividades, ya que al ser ellos mismos los protagonistas de las historias, los peques se identifican mucho más con todo lo que ocurre en ellas.