El entrenamiento de la coordinación solo se puede lograr realizando determinados pasos y ejercicios como los que señalamos a continuación:
1. Ejercicios de equilibrio: Los ejercicios de equilibrio ayudan a mejorar la capacidad que tiene una persona para distribuir uniformemente su peso.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos de edad avanzada (65 años o más) realicen actividades destinadas a reforzar el equilibrio y la coordinación, así como el fortalecimiento de los músculos, para ayudar a prevenir tropiezos y caídas.
Por ejemplo, puedes probar a quedarte en un pie durante 20 a 30 segundos a la vez, y después cambiar al otro pie.
También puedes practicar caminando en línea recta, colocando un pie delante del otro con cada paso.
2. Juegos con pelota Son otra de las técnicas que puedes seguir para mejorar tu coordinación.
Gracias a la rapidez de los rebotes, podrás estimular tus reflejos y complementar tu entrenamiento de psicomotricidad.
Por ejemplo, puedes hacer sentadillas lanzando una pelota al aire y atraparla al vuelo a la subida.
Asimismo, existen una gran cantidad de deportes que ayudan a mejorar la coordinación, la agilidad y la capacidad de reacción, como es el caso de los deportes con raqueta.
Saltar a la comba ayuda a mejorar la resistencia, la velocidad y la coordinación.
Además, permite trabajar el tren superior y el inferior, potenciando la fuerza de piernas, brazos y abdomen.
4. Entrenamiento de fuerza Los ejercicios de fuerza pueden influir de manera determinante en la coordinación y los sentidos propioceptivos, especialmente aquellos enfocados a fortalecer las rodillas y los hombros.
Al desarrollar fuerza los músculos, es posible construir una base más fuerte para mejorar la conciencia corporal y las capacidades físicas de cada persona.
5. Practicar frente al espejo Otra de las técnicas que pueden ayudar a entrenar y mejorar la coordinación es practicar diferentes ejercicios frente al espejo.
Por ejemplo, puedes probar a levantar el brazo izquierdo y mover hacia un lado la pierna derecha, y después, repetir los movimientos en el lado contrario.
La coordinación es la condición que nos permite mover nuestros músculos y huesos de forma sincronizada, y esta suele deteriorarse con el paso de los años.
Habilidades como el equilibrio, la orientación o la reacción a estímulos externos dependen directamente de la capacidad de coordinación.
Los ejercicios de equilibrio y fuerza pueden influir de manera determinante en la coordinación y los sentidos propioceptivos del cuerpo.