La respiración abdominal o "diafragmática" es la respiración que surge de forma natural cuando estamos relajados y con buena postura.
En esta forma de respiración el diafragma baja y el abdomen se hincha.
Este tipo de respiración es la más recomendable para utilizar de forma cotidiana, ya que ayuda a mejorar la postura y la salud en general, reduciendo también los niveles de estrés.
Una forma de entrenar la respiración abdominal es ponerse una mano en el vientre, en la región del plexo solar, y sentir que se expande hacia afuera al inspirar.
La inspiración tiene que ser relajada y los hombros deben quedar relajados, en su lugar y no elevarse.
Un "truco" para poder tener la conciencia de respirar correctamente durante el día es atarse un hilo alrededor de la panza, que no apriete mucho, pero que nos ayude a tomar conciencia de la expansión de la zona abdominal durante la respiración.
Según varias investigaciones, la continua compresión del abdominal para respirar está ligada a constipación, dolor lumbar, dolor torácico, mal manejo del estrés, entre otros problemas.
Por eso, si bien es posible usar este tipo de respiración para ciertas ocasiones, no es aconsejable respirar todo el día de esta forma.
La respiración completa es aquella que integra las otras tres formas de respirar, suele promoverse entre los que hacen yoga, pilates y diferentes tipos de deportes y actividad física.