La respiración es una forma activa de meditación que nos permite desconectarnos de la mente y ser guiados por nuestro cuerpo y corazón.
Cuando nos dedicamos a la respiración consciente, activamos nuestro sistema nervioso parasimpático e inundamos el cuerpo con oxígeno, presencia y paz mientras liberamos la preocupación, el estrés, las creencias limitantes y la energía que no nos sirve.
Esta respiración reduce el ritmo cardíaco, lleva nuestra conciencia al momento presente, y equilibra el sistema nervioso, promoviendo sentimientos de calma y paz.
La técnica de respiración 4-7-8 también enseña al cuerpo a absorber menos.
Al empujarnos a crear un espacio entre nuestras inhalaciones y exhalaciones, también puede entrenarnos a tomarnos un momento para hacer una pausa después de ser provocados en lugar de reaccionar impulsivamente.
Finalmente, nos muestra cómo liberar el exceso de energía y el pensamiento negativo.
Puedes poner un temporizador de 1 a 2 minutos para empezar y gradualmente ir aumentando hasta 5 minutos.
Esta visualización es la que hacemos nosotros.
Mientras inhalo a la cuenta de 4 segundos, imagino la energía de la tierra, las montañas, los árboles, las plantas, que sube hasta mi cuerpo.
Mientras contengo la respiración durante 7 segundos, visualizo esa energía subiendo en espiral por el centro de mi cuerpo y extrayendo cualquier energía o pensamiento que no me sirva.
Luego, mientras exhalo durante 8 segundos, imagino ese exceso de energía saliendo de la boca y visualizo la luz vertiéndose a través de la parte superior de mi cabeza de nuevo a mis pies y a la tierra debajo de mí.
Piensa en la respiración como el sanador y guía inherente dentro de ti.
Es tu conexión con la fuerza de la energía universal, la fuerza vital, el prana, el chi.
Tu respiración es tu principal relación con el estar vivo, y tiene el poder de apoyarte tanto como estés dispuesto a tener una relación con ella.