La práctica hace al maestro, ya sea que juegues solo(a) o con un equipo. Nada podrá mejorar tus habilidades y confianza como el entrenamiento consistente. Un buen entrenador les ayudará a ti y a tu equipo a establecer metas, desarrollar un plan de acción y asegurarse de practicar lo suficiente; esto desarrollará tu confianza antes de tu juego o competencia. La rutina nos hace sentir cómodos porque es algo que conocemos, y esto nos ayuda a reducir los niveles de estrés. En mi trabajo con deportistas, me aseguro de evitar añadir variables desconocidas a su rutina, como un equipo o uniforme nuevos, antes de un juego o competencia. En vez de pensar en la ansiedad como algo negativo, piensa que sientes ansiedad porque has invertido bastante energía y tiempo en prepararte. Debes saber que estás más preparado(a) de lo que te imaginas. En las horas previas a la competencia, limita tu interacción con otras personas. En el caso de los deportistas que entreno, solo los integrantes del equipo más esenciales tienen permitido entrar en contacto con ellos. Esto les ayuda a concentrarse mejor y estar más relajados. Intenta retirarte a un lugar sin ruido treinta minutos antes de la competencia. Usa la visualización, la atención plena y otras técnicas para canalizar la energía y el enfoque, esto te ayudará a mantenerte en calma y mentalmente preparado(a) para tu evento. Diez minutos antes de la competencia, cambia poco a poco tu energía: pasa de la calma al entusiasmo. Comienza a sentir la emoción de la competencia. Prepárate y busca ese lugar en tu mente donde te sientes en confianza, con energía y listo(a) para dar lo mejor. La ansiedad puede ser una distracción que lleva a los deportistas a pensar en el resultado en lugar de concentrarse en la ejecución. Mediante técnicas de consciencia plena y meditación, pueden concentrar su energía en la ejecución; de esta manera desaparece la distracción de pensar en el resultado. Ambas prácticas ayudan a desarrollar la consciencia intencional en un solo punto de concentración y a mantenerse allí. Además, aumenta el tiempo entre el pensamiento o intención inicial y el momento de actuar. Entre el pensamiento y la acción existe todo un mundo de posibilidades. Los deportistas plenamente conscientes son menos propensos a sufrir ansiedad por tener un buen rendimiento. Han perfeccionado el arte de canalizar su energía en la ejecución, que es el secreto para mantener un alto rendimiento. Los ejercicios de respiración, la meditación, sentarse en silencio y concentrarse en un objeto son ejemplos de prácticas de consciencia plena que ayudan a agudizar la atención.