Sigue estas sencillas técnicas, y en menos de una semana dejarás de estar en la parra. Prioriza tus tareas. Lo cierto es que prácticamente cualquier cosa de la vida es una distracción: familia, estudios, trabajo, amigos... Es fundamental no saturarnos y seleccionar las cosas que sí o sí debemos hacer para para alcanzar un mínimo de metas cada día. Usa cinco minutos para organizarte. Invertir apenas unos minutos al día en hacerte un esquema en papel te ayudará a ahorrar horas y mejorar tu creatividad. Escucha música. Numerosas investigaciones a lo largo de la historia han demostrado que escuchar algo de música al día establece un estado positivo de aprendizaje, crea la atmósfera adecuada para concentrarnos, nos ayuda a desarrollar nuestro sentido de la anticipación, cambia los estados de las ondas cerebrales, mejora nuestra capacidad de atención y memoria, sirve para liberar tensiones e impulsa nuestra imaginación, inspiración y motivación. Lo importante, a primera hora. Nuestra fuerza de voluntad es como un músculo que se agota a medida que pasa el día y lo mismo ocurre con nuestra capacidad para tomar decisiones importantes, que se fatiga a medida que pasan las horas. Quitarte los quehaceres aburridos o agobiantes primero, mejorará tu capacidad de atención horas después. Mastica chicle. Como para prestar atención. Aléjate de las tentaciones 2.0. Hoy, la mayor fuente de distracciones proviene de los dispositivos móviles. Tampoco tienes que aislarte, pero desconectar las tecnologías durante unas horas al día, te ayudará a mejorar tu capacidad de atención, que parece que sólo responde ante las vibraciones y avisos del móvil.