Si nos vemos obligados a hacer deporte en interiores por mal tiempo, trabajo que se prolonga hasta altas horas de la noche, o el coronavirus, podemos hacerlo más agradable y ameno con acompañamiento musical.
La música que se escucha durante el ejercicio y la práctica deportiva potencia el desempeño de los deportes, nos ayuda a realizar el entrenamiento dado con motivación, perseverancia y entusiasmo.
Según un estudio, la música rítmica sincroniza las ondas cerebrales con el movimiento, lo que facilita el movimiento.
La música hace que el ejercicio se sienta menos agotador, por lo que será efectivo y divertido.
Escuchar música rítmica y placentera durante las actividades deportivas es estimulante.
También desarrolla la capacidad de concentración, por lo que podemos prestar más atención a los ejercicios, lo que aumenta la efectividad del deporte.
La acústica no siempre es ideal en un pabellón deportivo o gimnasio.
Si entrena en una sala de eco, el sonido de la música también será menos favorable.
En las salas de fitness, la música retumba a menudo por altavoces enormes, pero si la habitación no se trata con panel acústico decorativo, esta música retumbante puede hacer ruido.
Al colocar paneles acústicos fonoabsorbentes y elementos difusores en las paredes y el techo de gimnasios, salas de fitness, podemos frenar los sonidos reflejados.
Si logra crear una acústica perfecta en el gimnasio o incluso en casa con la cantidad adecuada de paneles acústicos, podemos hacer que su entrenamiento sea mucho más efectivo y agradable.
Tanto las paredes como el techo de las salas de baile están tratados con paneles fonoabsorbentes y difusores, evitando así los ecos y el sonido desfavorable resultante.