Lo primero que debe hacerse para curar tirones musculares es colocar hielo en la zona lesionada inmediatamente, lo cual permitirá que el músculo se inflame y frenará la hinchazón. Envuelve varios trozos de hielo en una toalla y aplica en el músculo durante al menos 20 minutos por hora y luego cada tres horas.
El dolor de los tirones musculares suele durar más de un día, incluso puede prolongarse hasta una semana. Por lo tanto, si después de cuatro días aplicando hielo en la lesión notas que el dolor no ha mejorado, comienza a aplicar también calor.
Lo ideal es colocar una toalla con agua muy caliente o una compresa durante al menos media hora, después esperar que la temperatura de la zona vuelva a la normalidad y aplicar hielo durante 20 minutos.
El choque de cambio de temperatura ayudará a disminuir la inflamación y a reducir la intensidad del dolor.
El descanso es muy importante para curar los tirones musculares.
Puede que tengas compromisos laborales o familiares pero sin el reposo debido del músculo, el tirón no se curará por completo y tendrá secuelas por el resto de tu vida en el músculo lesionado.
Entonces, lo recomendable es reposar en la cama con la zona lesionada en alto o en alguna posición que te parezca cómoda y que favorezca el flujo sanguíneo.
Para curar los tirones musculares es necesario evitar mover el músculo apenas se sienta una mejoría, ya que ejercitarlo sin que esté totalmente sanado puede hacer que el tirón aparezca de nuevo y la lesión se empeore mucho más que cuando inició.
Por lo tanto, incrementa la movilidad del músculo progresivamente y evita retomar tus actividades deportivas hasta pasado un mes del accidente.
Una vez que el dolor haya desaparecido es el momento de estirar el músculo para curar la lesión por completo.
Como la zona afectada ha estado mucho tiempo en reposo, es normal que los tejidos se encuentren desafinados con el resto de las fibras y esto solo se puede mejorar estirando el músculo.
Realiza estiramientos como los que se recomiendan antes de hacer ejercicio para calentar el músculo y permitir que su estructura vuelva a la normalidad.
Sé responsable con el movimiento, evita ser brusco y tómate tu tiempo.
Para sobrellevar el dolor de los tirones musculares, puedes ingerir cualquier analgésico que te ayude a sentir menos molestias y acompañarlo con un antiinflamatorio que junto con el calor y el frío te permita disminuir la hinchazón y recuperar poco a poco la movilidad muscular.