Es una forma objetiva, instrumental, de medir características mecánicas del aparato locomotor del cuerpo humano.
Es una exploración similar a la que le gustaría poder hacer a un traumatólogo experimentado para valorar un déficit del sistema musculoarticular, pero midiendo la fuerza, la presión, la movilidad ó la energía muscular de forma instrumental.
La prueba ha de ser realizada de forma natural, sin modificar el entorno del paciente ni forzar sus características.
La prueba ha de ser instrumental, objetiva, reproducible y validable para que sus resultados sean fiables y expresen la realidad física del estado funcional del paciente.
Su utilidad reside en que permite cuantificar los déficits funcionales del aparato locomotor, por ejemplo una atrofia muscular ó una limitación de la movilidad de una articulación.
Esta cuantificación es de gran utilidad para el diagnóstico de una patología, el seguimiento de la recuperación, una valoración pericial de secuelas ó la cuantificación de un déficit difícil de medir por medios tradicionales como Rx, RMN, TAC, etc.
La principal diferencia con las pruebas tradicionales reside en que las pruebas biomecánicas son dinámicas y expresan el estado funcional del paciente en movimiento y realizando un esfuerzo como caminando ó subiendo y bajando una escalera, etc.
Estas valoraciones se expresan de forma gráfica y permiten archivarse, compararse, cuantificarse y valorar el estado funcional en un momento temporal ó a lo largo del tiempo.
Es un complemento ideal de un informe clínico y que permite emitir juicios de valor con una prueba documental clara, precisa y facilmente interpretable.