La consistencia puede vincularse a la estabilidad o solidez.
El término consistencia se emplea de distintos modos de acuerdo al contexto.
El concepto puede aludir a la coherencia que existe entre los elementos o las piezas que forman parte de un conjunto.
Se dice que un material tiene consistencia cuando se muestra sólido o estable.
Por ejemplo: Si queremos darle mayor consistencia a la masa, debemos agregar otra taza de harina, Al postre le falta consistencia por las altas temperaturas, Con semejante cantidad de agua, el hormigón nunca alcanzará la consistencia necesaria.
La idea de consistencia también puede emplearse con referencia a una solidez simbólica: El equipo jugó con mucha consistencia y no le dio oportunidades al rival, Confío en que la consistencia de la economía nacional nos permitirá resistir las turbulencias provocadas por la crisis mundial, La relación empezó a perder consistencia cuando el hombre, por motivos laborales, comenzó a pasar varios días de la semana en una ciudad ubicada a más de doscientos kilómetros de su casa.
La consistencia aporta confianza.
La consistencia nos inspira confianza, y esto ocurre tanto en el caso de las personas con las que tratamos a diario como de los dirigentes de gobierno y las grandes empresas.
Necesitamos creer en los demás y en sus promesas para vivir en sociedad: en la seriedad de las compañías de transporte público, en el compromiso que asumen nuestros empleadores de pagarnos todos los meses, en la garantía de seguridad que nos brinda el cuerpo de policía y en los principios que definen a las empresas que fabrican nuestros productos favoritos.
Si cambian de ideales, advertimos una inconsistencia que nos genera miedo.
En el terreno de las investigaciones y las estadísticas, se habla de consistencia interna para mencionar la correlación que existe entre los diferentes componentes de un mismo trabajo o prueba.
Supongamos que, en una encuesta, una persona se muestra de acuerdo con las siguientes afirmaciones: “Amo escuchar música” y “Cuando viajo siempre escucho música”.
En cambio, se manifiesta en desacuerdo con la afirmación “La música me aburre”.
La correlación entre las respuestas revela que la encuesta dispone de una buena consistencia interna.
Por el contrario, si alguien marca afirmativamente las expresiones “Amo escuchar música” y “La música me aburre”, la encuesta carece de consistencia interna ya que las respuestas son contradictorias.