Coordinación dinámica-general: Este tipo de coordinación se basa en la capacidad de poder mover varias partes del cuerpo, de una manera eficaz, sin que el conjunto se vea afectado.
Intervienen una gran cantidad de músculos y unidades neuromotoras.
Un claro ejemplo de ello sería correr.
Coordinación segmentaria: La coordinación segmentaria es la unión entre lo visual y la motricidad tanto de la mano, el pie o la cabeza.
Existen diferentes tipos, como por ejemplo la coordinación óculo-manual, óculo-pédica o óculo-cabeza.
La óculo-manual, implica el uso de las manos, como por ejemplo en el baloncesto lanzar a canasta.
Por otro lado la óculo-pédica implicaría el uso del pie, como ejemplo podría ser chutar un balón o un desplazamiento en el baile.
Coordinación espacial: La coordinación especial está implicada en todas las tareas que hacemos, son una serie de movimientos que se tienen que adaptar a un espacio o trayectoria.
Coordinación intermuscular: La coordinación muscular es la activación de diferentes músculos durante una actividad física.
Un boxeador cuando lanza un puño, utiliza des del bíceps, tríceps, hombro y espalda.
Coordinación intramuscular: La coordinación intramuscular es la interacción de las fibras de un músculo en concreto, durante un acontecimiento físico.
El resumen de todos los tipos de coordinación que existen son los siguientes:
Nuestro cuerpo tiene un entramado de musculaturas perfectamente enlazadas entre sí, con la capacidad de realizar desde movimientos sencillos, hasta otros casi imposibles, todo es posible gracias a los diferentes tipos de coordinación.