¿Cuáles son los 5 ejemplos de competencias básicas?

César Barrera
2025-09-20 22:39:15
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Las competencias básicas y fundamentales ayudan a las personas a lograr su desarrollo y desempeño profesional.
La competencia de una persona define su capacidad productiva medida en términos de desempeño real y demostrado en un determinado contexto de trabajo.
Esto no resulta únicamente de la capacitación, sino también de la experiencia adquirida en situaciones concretas en el ejercicio de su trabajo.
En resumen, la competencia es aquello que hace a una persona competente.
Dicho lo cual, una cuestión es clara: los profesionales deben centrarse en adquirir las competencias necesarias para desarrollar con éxito su carrera laboral.
Hay que diferenciar entre aquellas competencias más técnicas y aquellas competencias que son más transversales.
Son en estas últimas en las que nos centramos en el presente artículo.
La inteligencia emocional consiste en saber cómo percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones.
La gestión del tiempo, organización del tiempo o administración del tiempo es el proceso de planear y ejercitar el control consciente del tiempo empleado en actividades concretas, especialmente para aumentar la eficacia, la eficiencia o la productividad.
La asertividad es la capacidad del ser humano para relacionarse y comunicarse con otras personas, respetando los derechos de uno mismo y los de los demás.
La conciencia de equipo es una competencia profesional que supone confianza y humildad.
La creatividad es la capacidad que tiene el ser humano para crear algo de otras ideas que son nuevas e interesantes, es decir, la capacidad para analizar y valorar nuevas ideas, resolviendo problemas que se presentan en el transcurso de la vida del ser humano y los desafíos que se presentan en lo académico y cotidiano.
Al igual que las competencias más técnicas, estas otras competencias transversales se pueden aprender.
Estas competencias se adquieren, se desarrollan y se pueden poner en práctica por parte de todos los profesionales.
La evolución de estas competencias es continua y ello plantea un reto.
Estar al corriente de las mismas es fundamental, pero todavía es más importante anticiparlas.
Teniendo en cuenta estas competencias básicas y fundamentales como punto de partida, es vital que las organizaciones localicen las competencias claves para ellas y diseñen un modelo de desarrollo del talento.
El objetivo de un modelo de desarrollo del talento es contribuir a la transformación organizativa de la compañía a través de la generación de valor para sus personas en su desarrollo profesional y experiencia de empleado.