El calibre de un cable es una forma de decir qué tan grueso es un cable.
Mientras más bajo es el número, más grueso es el cable.
El calibre determina la cantidad de corriente eléctrica que un cable puede transportar de manera segura.
Usar un calibre incorrecto puede generar problemas como: Sobrecalentamiento del cable, Caída de tensión, Riesgo de cortocircuito o incendio.
Para determinar el calibre adecuado se deben considerar principalmente dos variables: La corriente eléctrica (amperaje) y la longitud del cableado.
Para enchufes comunes en casa (15-20 A), suele usarse calibre 12 o 14.
Para iluminación con bajo consumo, puede bastar un calibre 16 o 18.
Para electrodomésticos grandes (aires, hornos), se requiere calibre 10 o incluso más grueso.
Seleccionar el calibre de cable adecuado es una decisión técnica clave en cualquier instalación eléctrica.
Un análisis correcto de la carga eléctrica y la distancia del cableado, junto con el cumplimiento de normas, asegura una instalación eficiente, segura y duradera.