En su origen, el tiro era un medio de supervivencia para cazar y alimentarse. Sin embargo, a partir del siglo XV, el tiro se transformó en un deporte muy popular en Alemania. El tiro olímpico es una prueba de control y precisión, en la que los deportistas utilizan pistolas o rifles para disparar a blancos estáticos. Se divide, al menos en las competiciones olímpicas, en tres grupos diferentes: rifle, pistola y escopeta. Las competiciones de rifle y pistola se celebran en campos de tiro donde los atletas apuntan a blancos situados a una distancia determinada. En las pruebas de escopeta, los competidores disparan a blancos móviles propulsados en una serie de direcciones y ángulos diferentes. En la mayoría de las pruebas se realiza una ronda de clasificación en un tiempo determinado antes de que los tiradores se enfrenten en una competición eliminatoria. Las seis disciplinas actuales consisten en cuatro con blancos fijos: pistola de aire, rifle de aire, pistola de 25 metros y rifle en tres posiciones. Las otras dos, con tiros al blanco en movimiento, son el foso y el skeet.