¿Qué parte del cuerpo puede sufrir dolores por malas posturas?

Dolor lumbar: especialmente cuando la persona permanece sentada durante largo tiempo con la espalda encorvada, de pie con la pelvis en anteversión (hiperlordosis) o carga mucho peso. Molestias en la zona dorsal: estos dolores son comunes en aquellas ocasiones en las que estamos de pie e inmóviles por un tiempo prolongado, con los hombros muy hacia delante o “empujando” la tripa hacia afuera. Dolor cervical: una de las consecuencias más comunes de las malas posturas, provocada por una tensión muscular excesiva sobre el cuello y los hombros. Es causante también de dolores de cabeza frecuentes y contracturas en la zona. Aumento del riesgo de lesiones: en general una postura inapropiada provoca una mala distribución del peso del cuerpo, por lo que aumenta el riesgo de daños musculares y articulares.

Una mala postura corporal puede ser el desencadenante de problemas de concentración e incluso de episodios de ansiedad e irritabilidad. Tener una buena postura corporal es uno de los hábitos que pueden ayudar a mantener el cuerpo saludable y libre de algunas lesiones. El problema es que, producto del sedentarismo, muchos no son conscientes de lo mal que la adoptan, o bien, pasan por alto cuál es la mejor posición al caminar o permanecer sentados. Como consecuencia, la figura luce desmejorada y, sobre todo, incrementa el riesgo de varias dolencias que, con el tiempo, afectan la calidad de vida. Para generar más consciencia al respecto, a continuación queremos compartir 8 dolores que suelen aparecer por las malas posturas. 1. Dificultades respiratorias Las personas que acostumbran a tener una mala postura, bien sea al trabajar o dormir, tienen más probabilidades de tener dificultades respiratorias en comparación con aquellos que se preocupan por mantenerla correcta. Encorvar el cuerpo dificulta el paso del aire hacia los pulmones. Por lo tanto, interfiere con la oxigenación de las células. A menudo, una mala postura impide tener una respiración fluida y profunda. Esto puede causar silbidos en el pecho o ronquidos. 2. Dolores lumbares Los dolores lumbares suelen producirse en aquellas personas que permanecen mucho tiempo con la columna “quebrada hacia atrás”, con los glúteos demasiado salidos hacia afuera. Las molestias tienden a intensificarse cuando se permanece mucho de pie, sobre todo en tacones. La postura incorrecta multiplica la presión en la zona lumbar, en especial al realiza actividades de fuerza. El dolor puede irradiarse hacia los glúteos y muslos. 3. Dolores cervicales Cuando la postura incorrecta implica un apoyo excesivo sobre las vértebras cervicales, es común que la persona sienta continuos dolores en el cuello y trapecio. La tensión incrementa en los músculos de la zona y, al dificultar la circulación, provoca rigidez y problemas en el movimiento. El dolor puede volverse crónico cuando se realiza alguna actividad de alto impacto físico sin adoptar una postura correcta. 4. Ansiedad y estrés Aunque parezca difícil de creer, una postura corporal inapropiada también puede ser desencadenante de estrés y ansiedad. Esta hace que los músculos se resientan, generando una tensión que dificulta la realización de las tareas cotidianas. En el cerebro se producen reacciones químicas que, casi siempre, se manifiestan con desbalances emocionales como la irritabilidad. 5. Lesiones musculares y articulares Cuando el cuerpo no está en la mejor posición, las articulaciones y los huesos pueden desestabilizarse y producir lesiones de mayor cuidado. Los movimientos que se realizan con una postura incorrecta aumentan la presión sobre los músculos. Además, pueden producir contracturas y deterioro prematuro de los ligamentos y tendones. 6. Vientre abultado Una postura inapropiada puede ser la razón por la que se te dificulta mantener el abdomen plano y con un aspecto estético. Cuando la columna se encorva, los músculos abdominales tienden a debilitarse. Con el tiempo, hacen que aparezca lo que solemos llamar barriga. Esta suele ser más difícil de corregir, dado que es necesario hacer ejercicios para la postura y el abdomen. 7. Problemas de concentración En lo que tiene que ver con la salud cognitiva, una mala postura puede acarrear dificultades de concentración y bajo rendimiento mental. Esto se debe a que la posición incorrecta dificulta el proceso de oxigenación de las células. Dicho proceso resulta clave para optimizar las funciones cerebrales. Por otro lado, dado que produce estrés, interfiere de forma directa en la productividad. 8. Sensación de fatiga A menudo, las personas con posturas incorrectas se sienten más fatigadas y sin energía que aquellas que consiguen mantenerla de buena manera. Esto es debido a los problemas que se ocasionan en la respiración. De hecho, estos interfieren en el transporte del oxígeno hacia las células del cuerpo. Esta situación disminuye la capacidad para usar la energía de forma eficiente. Por lo tanto, genera una molesta sensación de debilidad y cansancio. En ambos casos, mantén la espalda erguida, la mirada al frente y los hombros hacia atrás, pero relajados.

La parte del cuerpo que puede sufrir dolores por malas posturas son el cuello y hombros, ya que mantener un apoyo o tensión en estas partes del cuerpo puede ocasionar molestias en las mismas. Esta tensión generalmente es ocasionada por mirar mucho tiempo al frente, ya sea por el uso de la computadora o televisión. Las molestias en el cuello y hombros también pueden estar relacionadas con el estrés. Además, se pueden producir dolores en la espalda, ya que las molestias en la zona central de la espalda suelen ser ocasionadas por curvar la dorsal de una forma muy marcada al sentarse o estar parado mientras se saca la barriga. También pueden ocurrir dolores lumbares, que se producen al pasar muchas horas sentado en el trabajo durante días y encorvar la espalda, lo que puede ocasionar molestias en la lumbar. Estas también pueden aparecer después de cargar algún objeto pesado. Es importante recordar que todas las molestias mencionadas pueden ocasionar un mayor riesgo de sufrir lesiones debido a que el cuerpo se distribuye de forma errónea, dejando zonas totalmente desprotegidas por la mala postura. Las lesiones que se pueden producir incluyen cervicalgia, dorsalgia, codo del programador, artritis, lumbalgias y tortícolis.

Dolor lumbar a causa de las malas posturas debida a pasar horas sentados en posición encorvada en el trabajo, permanecer de pie durante periodos prolongados con la pelvis inclinada hacia delante o transportar cargas pesadas, pueden provocar dolores de espalda y otros problemas musculoesqueléticos derivados de un estilo de vida inactivo. Dolor de cuello y de la parte superior de los hombros, que suele estar causado por una tensión excesiva en las articulaciones de las últimas vértebras cervicales, que a menudo se produce por permanecer sentado durante un periodo de tiempo prolongado. También puede atribuirse a contracturas derivadas tanto del estrés, como del mantenimiento de esfuerzos o posturas inadecuadas. La columna vertebral es la base esencial del movimiento, la estabilidad y la protección del sistema nervioso. El riesgo de lesiones aumenta al adoptar una mala postura, el peso del cuerpo se distribuye de forma inapropiada, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones y dejar desprotegidas determinadas zonas del cuerpo.

Dolor lumbar: derivado de la vida sedentaria, al permanecer, por ejemplo, debido al trabajo, muchas horas sentados con la espalda encorvada; o al estar mucho tiempo de pie con la pelvis en anteversión. Molestias en zona central de la espalda: habituales cuando la persona se sienta con una curva dorsal exagerada, con los hombros enrollados hacia delante o al estar de pie sacando barriga. Dolor en cuello y parte superior de los hombros: ocurre cuando hay un apoyo excesivo sobre las articulaciones de las últimas vértebras cervicales, algo común cuando la persona se queda sentada mirando al frente durante un tiempo prolongado También está relacionado con contracturas derivadas del estrés o de someter a los músculos a esfuerzos o posturas inadecuadas. Mayor riesgo de lesiones, ya que al adoptar una mala postura, el peso del cuerpo queda mal distribuido y por tanto, habrá zonas que queden desprotegidas Si mantienes una mala postura, puedes sufrir de hipercifosis, hiperlordosis, escoliosis o rectificación cervical, dorsal y/o lumbar, o alguna otra enfermedad que puede afectar a tu columna.