Vístete con el método de la cebolla, cúbrete con varias prendas, no solo te calientan mejor que una ropa gruesa, sino que podrás acondicionarte de acuerdo al lugar donde te encuentres. Protégete el rostro, la cabeza, manos y orejas. Toma líquidos calientes para que mantengas tu temperatura corporal. Come frutas y verduras ricas en vitamina C como la naranja, el limón, la guayaba, fresas, ciruelas, pimientos, brócoli, entre otras. Bebe mucha agua, preferiblemente al tiempo, mantener la hidratación corporal permite que el cuerpo regule mejor su temperatura. Utiliza la calefacción en forma moderada para que los cambios de temperatura con el exterior no sean muy bruscos. En caso de usar algún calefactor, horno o chimenea mantén una ventilación adecuada para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono.