Un software ergonómico es aquel que se adapta a las necesidades del usuario, cumple con lo esperado y cuyo uso es intuitivo, cómodo y sencillo. La ergonomía del software tiene 7 principios básicos, que son: adecuado para realizar sus tareas, autodescriptivo, controlable, conforme a las expectativas del usuario, tolerante con los errores del usuario, personalizable por el usuario y fácil de aprender por el usuario. Un software ergonómico debe tener las herramientas necesarias para realizar el trabajo para el que ha sido creado, ser comprensible y fácil de usar, permitir que el usuario pueda cancelar acciones o iniciar y detener procesos, cumplir con las funciones que promete y ser tolerante con los errores del usuario. Además, debe ser personalizable por el usuario y fácil de aprender, ofreciendo explicaciones simples y claras para facilitar su adaptación. La International Ergonomics Association entiende por “ergonomía” aquella disciplina científica que se ocupa de la comprensión las interacciones entre humanos y otros elementos de un sistema y una profesión que emplea teorías, principios, datos y métodos para diseñar una estrategia con el objetivo de optimizar el bienestar humano y el rendimiento del sistema estructural de una organización en general.