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¿Cómo acostumbrar al cuerpo a hacer ejercicio?

Marco Fierro
Marco Fierro
2025-07-30 17:45:52
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Cambiar de hábito no siempre es fácil, por eso es clave avanzar de a poco. Para personas mayores de 30 años que han llevado una vida sedentaria, se sugiere iniciar con sesiones de 15 minutos durante las primeras dos semanas. A medida que el cuerpo responde, se puede incrementar la duración progresivamente. Ir de menos a más, primero incorporar caminata y trote, y después de incorporar el movimiento como rutina, sumar pesas. Se recomienda incorporar ejercicios de fuerza después de cuatro semanas de actividad aeróbica continua. La sugerencia inicial es entrenar con pesas un máximo de dos veces por semana. Organizar los días y horarios en los que se va a realizar la actividad mejora el cumplimiento. La planificación debe ser realista: pretender salir a caminar todos los días de la semana puede resultar poco sostenible. Contar con ropa cómoda, calzado adecuado, una botella con agua fresca, auriculares o lo que se necesite para el momento de ejercitarse puede evitar retrasos o excusas. Tener el bolso preparado de antemano facilita la adherencia a la rutina. Bajar de peso o mejorar la condición física no ocurre de un día para otro. La publicidad suele mostrar transformaciones rápidas, pero en la práctica, los cambios corporales sostenibles requieren constancia y paciencia.
Rafael Solís
Rafael Solís
2025-07-30 16:19:48
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Existe la creencia de que se necesitan 21 días para formar un hábito. Sin embargo, se trata de un mito. La ciencia ha desmentido el mito de los 21 días para crear un hábito. Un estudio publicado en el 'European Journal of Social Psychology' concluyen que tan solo tres semanas no son suficientes. Se necesitan más de 2 meses para que un nuevo comportamiento se vuelva algo automático. Concretamente, se requieren 66 días. De 2 a 8 meses. Esto varía en función de la persona, del hábito que se esté adoptando y de las circunstancias. Si un día no se lleva a cabo esa acción, no afecta materialmente el proceso de formación del hábito. No hay que desanimarse ni culpabilizarse si el ejercicio no se convierte en un hábito desde el primer momento. Es importante aceptar que es un proceso largo y lento. No hay que ser perfecto. Puedes permitirte cometer errores. Lo fundamental es aprender de estos fallos y desarrollar nuevas estrategias para lograr el objetivo. Comprometerse con el sistema y fijar resultados a largo plazo. Incorporar el ejercicio físico a nuestras rutinas es complicado, pero con estos consejos ya tienes por donde empezar. Alcanzar tus metas es posible.