Conocer los diferentes factores que influyen en la estabilidad emocional es fundamental para poder disfrutar de una buena estabilidad emocional.
Además del equilibrio entre nuestras esferas personal, familiar, social y laboral, en la estabilidad emocional influyen diversos factores que debemos tener muy en cuenta, como la alimentación, el ejercicio o la correcta higiene del sueño.
Seguir una alimentación sana, equilibrada y rica en frutas y verduras de temporada, hacer ejercicio físico moderado a diario y disfrutar de un descanso reparador todas las noches son elementos esenciales para recuperar la estabilidad emocional.
También es muy importante lo tolerantes y resilientes que seamos a los cambios y las adversidades de la vida y los niveles de estrés a los que estemos expuestos.
Evitar el secuestro emocional que se producirá cuando vivimos una situación adversa requiere de un aprendizaje previo en gestión del estrés y una profunda reestructuración cognitiva.
En SHA, además de planes personalizados de nutrición y ejercicio, se recomienda practicar disciplinas mindfulness y terapias que ayuden a centrarse en el momento presente, favorezcan la relajación y mejoren el funcionamiento del organismo, como la meditación, la respiración consciente, el watsu, la reflexología podal o la osteopatía.