Los auriculares de conducción ósea tienen fama de ser completamente seguros, pero ¿es cierto o hay que tomar precauciones al usarlos. Existe la idea de que les auriculares de conducción ósea, al no transmitir el sonido directamente por el canal auditivo, son completamente seguros, pero lo cierto es que también pueden ser peligrosos si no se usan bien. Los ruidos fuertes son perjudiciales para la cóclea y pueden dañar sus células y membranas y provocar pérdida de audición. Es por ello que los auriculares de conducción ósea, que transmiten el sonido directamente a la cóclea, también pueden resultar dañinos si se excede el volumen recomendado, que suele ser el 70% del volumen máximo del dispositivo, aunque puede variar de uno a otro y conviene leer las instrucciones detenidamente. Tampoco conviene usarlos por periodos de tiempo prolongados. Cuando se usan con frecuencia, pueden causar irritación la piel de encima de las orejas donde se apoyan o presión en las sienes y algunas personas se quejan de dolor de cabeza. Por otro lado, como no aíslan a la persona de su entorno, su uso se considera más seguro en entornos en los que conviene estar alerta de los posibles peligros de alrededor.