No dejes que los acontecimientos u otras personas influyan en tus emociones o tu estado mental.
Tú tienes el control – nadie puede hacerte estar triste, enfadado o nervioso, eso son respuestas a cada situación.
Una vez que seas capaz de reconocerlas y tomes posesión de tus propias emociones – y seamos sinceros, son tuyas y de nadie más- entonces puedes, con la práctica, seleccionar las apropiadas para cada circunstancia.
Piensa en ello un poco como en la elección de un engranaje para un coche.
Puedes crear un punto de anclaje basado en el sentido del tacto masajeando tu muñeca con el pulgar de la mano opuesta.
Sólo se necesitan unas pocas repeticiones para crear un fuerte anclaje.
De este modo, podrás desencadenar esa paz como de una tarde a la orilla del mar en tu próxima reunión súper estresante.
Contemplar la situación desde diferentes perspectivas para verla en su contexto es muy útil.
Cuando estamos predispuestos en contra, nuestro enfoque es muy limitado y podemos ver las cosas fuera de perspectiva.
Esto puede conducir al estrés o al bajo rendimiento.
En su lugar, mantener la calma, da un paso atrás y mira las cosas a través de estas tres lentes:
El Gran Angular– Pregúntate a ti mismo, en el contexto de todo lo que ocurre en tu vida, ¿cómo de importante es esta situación?
Amplía tu mente y mira dónde encaja este asunto en particular.
Confina el asunto que te preocupa de modo que no afecte a otras áreas de tu vida.
La felicidad a largo plazo viene al equilibrar nuestras necesidades físicas, emocionales, intelectuales y espirituales.
Una vez cercado el asunto en cuestión, piensa qué puedes hacer para concluirlo, cancelarlo o desentenderte de él.
Es necesario que se resuelva rápidamente – no dejes que se convierta en una fuente permanente de estrés.
La capacidad para compartimentar y enfocarte positivamente en otros proyectos te ayudará a mantener tu sentido de la calma y autoestima.
Hay muchas maneras de mantener la calma, como organizarse, hacer suficiente ejercicio y descansar, trabajar con mentores, una buena nutrición y muchas más.
Estas son prácticas que pueden ayudarte a mantener el control y es necesario hacerlas antes de la crisis.
En el calor del momento, sin embargo, serían técnicas como las anteriores – separar la respuesta del estímulo, observar la situación desde diferentes perspectivas y compartimentar – las que pueden ayudarte a lidiar con situaciones de alto estrés y mantenerte frío como el hielo.