El adoctrinamiento oculta su intención disfrazándose de enseñanza. El adoctrinamiento transmite posturas ideológicas para que sean absorbidas pasivamente por otros. El adoctrinamiento niega la libertad de pensamiento y sustituye la argumentación y el diálogo por la fe ciega en quien adoctrina. En esos casos la educación suele convertirse en adoctrinamiento: acción de inculcar con insistencia, a una o más personas, ciertas ideas para que las hagan propias. La educación ofrece información con el propósito de que, a partir de ella, cada persona genere sus propios criterios y opiniones. El adoctrinamiento puede ser mitigado por prácticas que favorezcan el libre pensamiento y el uso de la razón crítica. En cambio, el adoctrinamiento transmite posturas ideológicas para que sean absorbidas pasivamente por otros. El adoctrinamiento crea personas dependientes y sin sentido crítico. El Instituto de Política Social Española denunció en 2020 que en España existe adoctrinamiento en las aulas y señala que a los menores no se les puede imponer un modelo ideológico único.