¿Cómo se utilizan los rituales?

Despertar todos los días con el pie derecho, usar nuestra camisa favorita antes de dar una gran presentación o decirnos algunas palabras de aliento cada vez que nos enfrentamos a un problema importante son ejemplos de ciertos tipos de rituales que muchas personas hemos hecho alguna vez en la vida, los cuales tienen un impacto positivo mucho más grande de lo que pensamos. Un ritual se refiere a cierto comportamiento simbólico que llevamos a cabo antes, durante o después de un evento significativo, por lo cual comprende una enorme variedad de formas que pueden ir desde utilizar un lápiz especial antes de hacer un examen decisivo, hasta asistir a un funeral para despedir a un ser querido. Las personas realizamos distintos tipos de rituales todo el tiempo, cuando pasamos de una etapa de vida a otra, y también cuando necesitamos consuelo tras una pérdida. Realizar una rutina antes de actividades complicadas, de situaciones que impliquen un alto grado de estrés o como preparación para iniciar cada mañana influye positivamente en nuestra mente, nuestras emociones y comportamientos, e impactan nuestras actividades cotidianas de la siguiente forma: Reducen la ansiedad, aumentan la confianza, alivian el dolor, motivan el esfuerzo, melhoran el enfoque, incrementan la productividad, ayudan a obtener un mejor rendimiento, otorgan una mayor sensación de control, mantienen la estabilidad emocional, mejoran las experiencias. El poder de los rituales matutinos puede ser aprovechado con solo un par de acciones simples al iniciar cada mañana, lo que puede dar un giro positivo de 360° a todo el día. Algunas personas prefieren comenzar el día con los primeros rayos del sol, realizar largas jornadas de ejercicio o escribir detalladamente cada una de sus tareas, mientras que otras prefieren tener un comienzo menos acelerado, tomar un par de minutos para respirar, darse un baño de agua cliente o leer un poco. El ritual perfecto es el tuyo, y existen ejemplos de rituales matutinos de líderes exitosos como Tonny Robbins, Oprah Winfrey y Jeff Bezos que pueden servir de inspiración para encontrar el own.

Un ritual es la creación de un espacio sagrado en donde parar, conectar y dar sentido a un momento significativo de la vida. Es una experiencia íntima y personal que podemos celebrar de manera individual o en comunidad. Un ritual nos conecta con el mundo de lo sutil y simbólico. Cuando creamos un ritual, con una intención clara de lo que estamos marcando, se abre un espacio de transformación y sanación profunda. Cuando transitamos un cambio en nuestra vida, por ejemplo el nacimiento de un bebé, la muerte de un ser querido, la llegada de la menopausia, un traslado, una separación, una unión… un ritual nos puede ayudar a tomar consciencia de lo que estamos dejando atrás, de lo que se está transformando y de la nueva etapa que se está abriendo. Crear un ritual en estos momentos nos permite comprender e integrar todo el potencial de estos cambios, y vivirlos desde un lugar de mayor claridad, sabiduría y agradecimiento. Hay un gran deseo de volver a entrar en contacto con lo sagrado de una forma creativa y genuina, y de compartir estos cambios con nuestro círculo de amigos y familiares, de manera sencilla, sin dogmas ni cargas religiosas. Una facilitadora de rituales puede crear o ayudar a cocrear y guiar un ritual personalizado. A través de la escucha profunda, sabe captar la esencia de lo que se está transformando y cómo darle forma dentro de los elementos claves de un ritual. Su presencia y conexión durante la celebración son también esenciales para sostener el proceso de transformación, así como su habilidad en acompañar de manera amorosa la integración de una nueva etapa o identidad.

Los rituales comprenden un conjunto de actos y/o interacciones simbólicas mas o menos estructuradas, que no se restringen únicamente a la ceremonia de realización, sino que incluyen el proceso completo de preparación, la experiencia misma de ejecución y la reintegración posterior a la vida cotidiana. Algunos de los rituales más compartidos por toda la población son los de noche vieja son algunos de los rituales que se suelen practicar, el último día del año. Los ritos hacen predecible la vida, proporcionando un sentimiento de pertenencia al grupo, que incide en el sentimiento de identidad de los individuos que lo forman. Además, trasmiten una función de cultura, valores y normas más perdurables. Los rituales aportan apoyo y contención a las emociones generadas por crisis vitales, favorecen cambios en el estado de conciencia… en definitiva, tienen efectos terapéuticos muy positivos.