El cuaderno de emociones es una herramienta muy eficaz y sencilla para trabajar tu bienestar emocional durante las vacaciones. El cuaderno de emociones es una de las herramientas preferidas de la experta en estimulación cognitiva y entrenamiento cerebral Catalina Hoffman.
Según explica en su último libro, Neurofitness, "está diseñado para sacar todo aquello que nos perturba y puede llevarnos a más", en un momento concreto.
Las emociones, los pensamientos y los sentimientos negativos consumen mucha energía a nivel cerebral.
El cuaderno de emociones es una válvula de escape que ofrecemos a nuestro cerebro para dar salida a toda la negatividad que nos invade en un momento presente.
Es decir, que puedes utilizarlo siempre que percibas que necesitas liberar algo, incluso cada día.
De esta manera, indicas a tu cerebro que puede desprenderse de ese pensamiento-emoción que le bloquea.
Si tienes mucho estrés o muchas cosas en la cabeza. o bien simplemente no estás pasando por tu mejor momento, hazlo; y si estás fenomenal, también te vendrá muy bien hacerlo: todos tenemos pensamientos, sensaciones y emociones negativos en algún momento.
Lo mejor es no dejarlos ahí; sácalos, sea cuando sea, haz que salgan y se liberen.
La calma interior es uno de los bienes más deseados para unas vacaciones.
El cuaderno de emociones nos ayuda a liberar nuestro cerebro "a través de nuestras manos, a través de las escritura involuntaria, manual y sin pensar".
Utiliza un cuaderno con hojas blancas.
Escribe siempre con el mismo color.
Escribe siempre en el momento en que sientes las cosas.
Plasma cómo te sientes en ese momento, no sobre un futurible o algo pasado.
Este detalle es muy importante.
No lo dejes para más tarde.
No pongas fecha, sólo escribe lo primero que te venga a la mente.
Puede pasar que se te ocurra una palabra, una imagen, una frase..., o bien que necesites escribir un montón; todo resultará perfecto, pero necesitas que el cerebro se acostumbre a sacar pensamientos, emociones y sensaciones para trasladarlas al papel y olvidarte de ellos.
Es como un cubo de basura cerebral; echas en él todo lo que no quieres sentir y pensar.
Al igual que haces con tu cubo de basura doméstico, no hace falta que mires dentro de él una vez tiras las cosas.
Lo escrito no debe ser leído de nuevo.