El tiro al plato es un deporte de precisión que utiliza escopetas para acertar en el blanco.
Se trata de disparar a uno o varios objetivos que se encuentran en movimiento y ponen a prueba la precisión del tirador.
Históricamente, la mayoría de actividades relacionadas con armas provienen de la cacería.
En los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896 tuvo lugar la disciplina conocida como tiro olímpico en la que se incluían varias modalidades.
En Londres de 1927 se añadieron más modalidades y se dividieron las especialidades.
Como dato destacable, en la Segunda Guerra Mundial, el tiro al plato se realizaba como entrenamiento.
De esta manera, los soldados practicaban el tiro en movimiento que podrían aplicar posteriormente en el campo de batalla.
Las variedades de tiro al plato pueden diferenciarse en las olímpicas y las deportivas.
Las olímpicas son: El Foso Olímpico: Esta es la modalidad de mayor reconocimiento y aceptación internacional.
Consiste en tres máquinas que lanzan platos, a la derecha, a la izquierda y al centro, en cada uno de los cinco puestos por los que pasa el tirador.
Suele hacerse a 125 platos.
El Doble Trap: Se trata de una variedad en la que tres máquinas disparan dos platos simultáneamente.
Por eso el tirador realiza dos disparos a los platos que se desplazan en trayectorias diferentes.
El Skeet: Esta modalidad se realiza en un campo semicircular.
Se encuentran dos casetas de las que se lanzan los platos.
Por el campo se encuentran ocho puestos desde los que el tirador disparará a los objetivos, de los cuales conoce la trayectoria y la velocidad.