Mike entrenaba entre 50 y 60 horas a la semana, trabajando seis días a la semana.
Realizaba 200 abdominales, 50 fondos, 50 flexiones y 50 encogimientos de hombros con peso, 10 veces a lo largo del día, seis días a la semana.
4:00 am: se despertaba y corría entre cinco y ocho kilómetros
6:00 am: volvía a casa para ducharse y meterse de nuevo en la cama a dormir un poco más.
10:00 am: Tyson se despertaba de manera definitiva para desayunar avena con fruta, zumo de naranja y vitaminas, regado con un batido de proteínas.
12:00 horas: diez rondas de sparring y tres series de calistenia con los ejercicios que hemos citado antes.
2:00 p. m.: almuerzo (carbohidratos, proteínas, verduras y agua).
3:00 p. m.: otras cuatro a seis rondas de sparring, trabajo con saco, saltos de comba y saco de velocidad, terminando con 60 minutos en la bicicleta estática.
A ello le añadía tres series más de calistenia más.
5:00 p. m.: Cuatro series más de la misma rutina de calistenia y luego boxeo técnico.
7:00 p. m.: merienda
8:00 p. m.: 30 minutos ligeros en la bicicleta estática para recuperar y acelerar la eliminación de desechos producidos durante los entrenamientos del día.
9:00 p. m.: tiempo de desconexión previo a ir a la cama.
A lo largo de todo el día, Mike acumulaba 2.000 abdominales, 500 fondos, 500 flexiones, 500 encogimientos de hombro y 10 minutos de ejercicios de cuello en el ring.
Si multiplicamos esos números por seis días a la semana, y por las semanas previas a la pelea, Tyson hacía 60.000 abdominales, 15.000 fondos, 15.000 flexiones, 15.000 encogimientos de hombros y cinco horas de ejercicios de cuello.