Al resetear nuestra configuración perderemos todo lo que hayamos hecho en nuestra BIOS, como, por ejemplo: Overclock.
Sabemos que requiere ensayo-error, lo que puede suponer invertir horas de vuestro tiempo para dar con una configuración estable.
Hacer un reset va a suponer perder toda esa configuración, aunque puede que os acordéis de toda ella.
En las placas actuales se pueden guardar perfiles y así no perder todos estos datos.
Prioridad de arranque.
Como restablecemos los valores de fábrica, el arranque va a volver a su origen, así que tendremos que configurarlo de nuevo.
Este es el mínimo de nuestros problemas porque no tardaremos ni 1 minuto en volver a dejarlo perfecto.
Perfiles.
Esto sí que puede ser un incordio.
Los perfiles de configuración es un aspecto que muchos usuarios trabajan para dejarlo todo ordenado.
Con un simple Clear CMOS vamos a perderlos todos, lo que es similar a coger un cajón lleno de papeles, tirarlos al suelo y volver a ordenar el cajón de 0.
Modificaciones hechas.
Un aspecto muy importante, es el de las actualizaciones.
Cuando devolvemos nuestra BIOS al mismo lugar inicial, es literal.
Es decir, perderemos todas las modificaciones de la BIOS.
Esto mismo pasa cuando hacemos una actualización a una nueva versión de BIOS en nuestra placa base.
Esta nueva BIOS viene de fábrica.
Fecha y hora.
Es una tontería, pero la fecha y hora se desajustarán.
Aunque esto no es un problema, ni nada por el estilo.
A fin y al cabo, el usuario se preocupa por los ajustes que afecten a su rendimiento.
Si tienes tu PC conectado a internet, se ajustará automáticamente.