El reset viene a ser una opción que tenemos para devolver la configuración nuestra placa base a su estado original.
Por ello, aparecen conceptos relacionados como el «Clear CMOS«, el «load optimized defaults» o el «restablecer los valores de fábrica«.
Al fin y al cabo, con esas opciones estamos reseteando nuestra placa base a 0.
El objetivo de devolver nuestra placa base a sus orígenes puede ser muy variado.
Normalmente, cuando los usuarios buscan resetear su placa, es porque han hecho un ajuste erróneo que provoca inestabilidad, no se enciende el ordenador o no existe alguna incompatibilidad.
Las razones pueden ser variadas, pero lo que está claro es que se busca el mismo resultado, ya sea un Clear CMOS o un reset en la BIOS: restaurar la configuración.
No es que sea buena o mala, simplemente soluciona de raíz todos los problemas, pero ¿A qué coste?
Está claro que formatear el disco duro elimina todo virus posible, pero ¿Y los datos?
¿Y nuestras configuraciones en Windows o Mac?
Al final, el usuario no mide el coste de todo ello, sino que prefiere solucionar el problema cuanto antes.
Lo bueno del reset, es que no vamos a eliminar mucha información, ya que podremos dejar nuestra BIOS configurada en pocos minutos.
Se podría decir que más que ser buena, es idónea para los casos en los que hemos intentado todo para arreglar los problemas de la placa.
Siempre recomendamos intentar todas las soluciones posibles antes de formatear o resetear cualquier dispositivo.