Un ejercicio de simulación es una actividad controlada en la que se simula una situación, que puede producirse en la realidad, con fines de formación, de evaluación de las capacidades y de puesta a prueba de los planes. Los ejercicios de simulación pueden adoptar un formato basado en debates, como un ejercicio teórico, o un formato basado en operaciones, como un ejercicio de simulacro, funcional o a escala real. Los Servicios Veterinarios y los Servicios de Sanidad de los Animales Acuáticos deberían llevar a cabo estos ejercicios de manera progresiva y empezar primero por los más sencillos, como los ejercicios teóricos y los simulacros, antes de pasar a las formas más complejas. Los ejercicios de simulación también deberían formar parte de un programa más amplio de desarrollo de capacidades, en lugar de ser actividades aisladas. Los ejercicios son un componente fundamental del ciclo de preparación para emergencias y pueden permitir una mejora continua de dicha preparación. La realización de un ejercicio de simulación ofrece múltiples beneficios, tales como: identificar puntos fuertes, deficiencias y áreas de mejora en los planes y procedimientos de emergencia; mejorar la familiarización con los planes y procedimientos; permitir que los participantes en el ejercicio practiquen sus funciones y la toma de decisiones en un entorno seguro fuera de una situación de emergencia; y fomentar la interacción y establecer redes con otros organismos, partes interesadas y países. Cada ejercicio debería ir acompañado de una evaluación para identificar los puntos fuertes, las lecciones aprendidas y las medidas correctivas necesarias, así como para evaluar el ejercicio en sí con el fin de mejorar la planificación y la realización de futuros ejercicios.