Un ejemplo de una actividad de simulación es el Método Montecarlo, que es una técnica matemática que se utiliza para estimar los resultados posibles de un suceso incierto.
Esto es una de las aplicaciones de los modelos de simulación, que también incluyen el análisis predictivo y la toma de decisiones basada en datos, y son la única manera de resolver problemas complejos del mundo real en campos como la biología, la física, la economía, la medicina, etc.
Otro ejemplo es el Modelado basado en agentes, que se utiliza para simular sistemas complejos y dinámicos, donde un agente es una pieza de software capaz de analizar su entorno, procesar la información y actuar sobre él.
También está la Simulación de eventos discretos, aquellos en los que las variables que definen su estado en cada momento cambian únicamente en un conjunto discreto de instantes de tiempo, lo que facilita su implementación en un programa informático.
Además, el Modelado dinámico de sistemas es otro ejemplo, que se caracteriza por variables que determinan el estado del sistema en cada instante y un conjunto de reglas que establecen cuál será el siguiente estado del sistema.
Estos modelos de simulación posibilitan videojuegos, técnicas de síntesis visual y de audio, algoritmos de aprendizaje automático, sistemas de control, etc.
Las simulaciones pueden probar sistemas virtualmente antes de que una organización se comprometa con una decisión o un diseño.
Uno de los ejemplos de actualidad de la aplicación de modelos de simulación es el gemelo digital de cada una de las fragatas de la clase F-110 que construye Navantia para la Armada Española.