Los equipos de protección personal, también conocidos como EPPS, son aquellos equipamientos, dispositivos o piezas que una persona debe utilizar para prevenir daños o lesiones en ambientes de riesgo o por contacto con agentes peligrosos.
El uso de los EPPS es importante porque permite complementar las demás medidas aplicadas en las empresas para prevenir lesiones y accidentes laborales.
Las diversas industrias están expuestas a distintos riesgos laborales, por lo que existen EPPS para cada parte del cuerpo y tienen una gran variedad de características que permiten proteger al usuario frente a riesgos específicos.
Según su objetivo, los EPPS se pueden dividir en: Protección de cabeza: cascos, suspensiones, protectores solares, barbiquejos.
Protección visual y facial: lentes, goggles, visores faciales.
Protección auditiva: tapones, orejeras.
Protección respiratoria: mascarillas, respiradores desechables, respiradores reutilizables, cartuchos, filtros, adaptadores, suministros de aire, purificadores de aire energizado.
Protección de manos y brazos: guantes, mangas.
Protección contra caídas: arneses, bloques autorretráctiles, líneas de vida, adaptadores de anclaje, dispositivos de rescate, cintas antitrauma, sistemas horizontales y verticales.
El uso de los EPPS es imprescindible para proteger a los trabajadores en su jornada laboral y es parte de un plan de seguridad integral con el que deben contar las empresas de industrias como minería, contratistas, construcción, hidrocarburos, agricultura, manufactura, metalmecánica, mantenimiento, alimentos, entre otros.